Aliados: Off capítulos 11 al 17 (final segunda temporada)

En el comienzo de la segunda temporada los que están secuestrados y detenidos son los Seres de Luz. Fueron al rescate de sus misiones y terminaron siendo atrapados ellos: todo había sido una trampa de Justo para capturarlos. Esta vez son los seres humanos, ayudados por Fermín y su grupo de aliados quienes deben rescatar a los Seres de Luz. Para resolver este misterio jugará un papel central Joaquín (Pablo Martínez), las revelaciones de Devi son las pistas importantes a seguir.
Justo, logrará infiltrar al Arca a un par de jóvenes: Bianca (cantante española), Gala (novia de Joaquín) y Milo, su hijo no reconocido.
Después de varias complicaciones los chicos (seres humanos) logran rescatar a sus Aliados seres de luz, pero Justo tiene un plan letal en marcha...


Capítulo 11: “La ceguera de Cupido”
Fermín

En la hora más cruel, en el invierno más desesperanzador, siempre hay un refugio. Cuando la vida se vuelve una amenaza constante, una noche oscura, siempre hay un faro. Cuando todo se vuelve un sinsentido, siempre hay al menos una razón para seguir.
Cuando se secaron todas las tierras y ya no hay lujos, no hay viajes ni autos importados; cuando ya ni siquiera hay exotismo para edulcorar la vida que nos sabe insípida, aún ahí hay algo que tiene valor.
Esa guerra que parecía lejana, llegó. No es que estamos cerca, estamos en ella, en el corazón de la guerra. La guerra de los Dioses, una guerra en la que lo que está en juego es más que tierras, dinero o poder, son sus almas las que están en juego.
Cuando todo huele a despedida y pareciera que queda solo un atardecer, hay un único lugar en el que quisiéramos estar. De eso nos hablan esas parejas que son halladas muertas fundidas en un abrazo, bajo los escombros de un derrumbe. Lo único que dejamos y nos llevamos de este mundo, es amor.
Pero, ¿qué es eso que llamamos amor y que cada vez que queremos aprender se nos escurre como arena entre los dedos? ¿Qué clase de lenguaje es el amor, en el que aún hablando el mismo idioma cuesta tanto entenderse?
Poderoso Dios es el amor. Con un simple disparo de su flecha, hace del niño un hombre y de su capricho, una ilusión. El amor no es un ítem más en tu lista de cosas para ser feliz, si no cómo cuidás a aquello que te hace feliz.
En el camino del amor, el primer paso es el amor por uno mismo. Solo aquellos que se aman a sí mismos están invitados a la fiesta del amor. Y llenos de amor por nosotros mismos, enamorados, vamos en busca de otro a quien amar más que a nosotros mismos.
El amor se trata de dar, dar todo, dar de sí; sobre todo, dar las gracias. Es por la mirada del enamorado que puede advertirse el amor. El que ama, mira a su amado como queriendo llenarse del otro y con esa sensación de que nada más él ve lo que ve, el amor es belleza que emociona.
Dicen que el amor es ciego, por eso para amar, como para besar, hay que cerrar los ojos. Dicen que el universo cabe en un abrazo y es verdad. El amor es un abrazo, es el encuentro de dos mundos. El amor es ese primer beso que nadie te enseña a dar.
Pasamos mucho tiempo preguntándonos si lo que sentimos es amor. Es simple, si lo que querés es cambiar al otro, no lo es; si lo que querés es cambiar por el otro, es amor. Sabrás que es amor, cuando cada beso sea un reencuentro, porque el amor en definitiva es eso, es el reencuentro entre el cielo y la tierra.
El amor no es ciego, los ciegos somos nosotros. Él, el amor, ve con claridad, ve. Y el amor ve aquello que nosotros no y se vuelve certeza. Está hecho del suave dolor de la renuncia, de perseverancia y determinación, de coraje y valor. Está hecho de pasión y fuego, también de dolor e imposibilidad. Está hecho de puestos y de complicidad, de sorpresa y reivindicación. Y sobre todo, el amor está hecho de inocencia.
No, no es ciego el amor. El amor ama precisamente a quien necesitamos amar, a ese que va a transformar nuestras vidas. El amor no es ciego, pero nos enceguece, porque una vez que lo conocimos, ese amor es lo único que puede hacernos sentir vivos. Nos da coraje, pero también nos da desesperación la idea de perderlo.
Amar, incluye la crueldad de tener que dejar ir. Amar, a veces, es una ilusión condenada a la desilusión. Ahí vas a conocer al enamorado, porque el amor ciego, ese que duele, se convierte en el aire que respiramos.
Buscá detrás de toda gran destrucción y vas a encontrar un hombre, un hombre enfermo de amor.

Capítulo 12: “Solo un sueño”
Ámbar

En este planeta confuso, los humanos nombran a la actividad cerebral durante el descanso con la misma palabra que usan para nombrar a los deseos: sueños.

Sueño y deseo son lo mismo, el anhelo de algo que no se tiene. La única diferencia entre sueño y deseo es que para soñar, hay que dormirse, y para alcanzar los deseos, hay que despertar. Sueño y deseo también tienen en común cierto grado de inconsciencia.

Tanto el que sueña que vuela como el que desea cosas casi imposibles de alcanzar, debe forzar la realidad y correr los límites. Nadie sueña con lo posible o lo fácil. Un deseo implica riesgo y dificultad. Soñar no es para cobardes. Algo soñado es algo muy deseado y muy difícil de obtener, y así, los humanos van de insatisfacción en insatisfacción.

A veces, la vida soñada comienza cuando se deja de soñar, cuando se abre una ventana y se sale a la vida a despertar. Los sueños no tienen nada que ver con la duda, el que desea no duda. La duda es sólo culpa, que es el reverso del deseo.

A lo largo de la historia humana, las religiones, las instituciones, los dogmas, han atacado especialmente los sueños, diciéndoles a las personas que desear está mal. Atacan los sueños porque saben que el que desea es indomable. El deseo libera una fuerza irrefrenable. La potencia de los sueños es que tienen una potencia capaz de modificar la realidad.

Los humanos son el campo de batalla entre sus deseos y la realidad: una fuerza interior potente, desea; el mundo exterior hostil, se opone. Desear, desear con fuerza, con ilusión, no es garantía de alcanzar los sueños; la frustración es una posibilidad. Desear abrazar la posibilidad de la frustración, aceptar que nadie gana siempre y nadie pierde siempre.

El sueño más dorado y la pesadilla más oscura también tienen su final. Cuando el sueño se desvanece, la realidad se impone con su certeza más cruel. La vida, observada sin el cristal de los sueños, es oscura, fría y deslucida, todo se vuelve un páramo árido. La desilusión de un sueño frustrado es desabrida.

Pero por más adverso y duro que se muestre el mundo exterior, nada puede con la fuerza más poderosa de la naturaleza: el deseo. Porque el deseo tiene la capacidad de renacer de las cenizas mismas de la frustración. Se puede renunciar a un sueño pero es imposible dejar de soñar, el deseo nunca muere.

El deseo no muere, no cambia, no claudica. El deseo sólo crece y aumenta su tensión. Creen que sueñan como si fuera una acción voluntaria, nadie elige soñar, ni qué soñar: el sueño se impone.


Cuando sueñan, los humanos no dudan de que eso que sueñan es real, pero tampoco ponen en duda la realidad cuando están despiertos. Si en sueños creen que la realidad más disparatada es real, ¿por qué no piensan que la realidad más real es un disparate? ¿Por qué aceptan algo como real? Si en definitiva todo es sueño, todo es ilusión. Incluso la realidad que se ve tan férrea y sólida es sólo una ilusión, y el sueño más onírico es realidad; sueño y realidad están fundidos, y la vida es sólo eso, sólo un sueño, en el que si quisieras, podés levantar tus brazos y volar.

Capítulo 13: “Jaque Mate”
Devi

Planeas, pensás y organizás tu juego. Avanzas, intentas por un lado, por el otro, pero también el enemigo planea, organiza y avanza. Es una lucha afiebrada, donde cada bando mueve sus piezas con un único objetivo. Para destruir al enemigo alcanza con capturar a su reina y hacerle jaque al rey.

Las piezas de ajedrez se usan, se guardan y se vuelven a usar. En la vida, cada pieza que se pierde, se pierde para siempre.

No es la fuerza del ejército lo que lo hace ganar, sino la astucia con la que se mueven las piezas para acorralar al enemigo. La mejor jugada de ajedrez, es esa que no le deja escapatoria a tu adversario. La peor jugada de ajedrez, es esa en la que descuidas a la reina.

Todo puede cambiar de repente: sacrificás una pieza, movés otra, el alfil se desplaza en diagonal, capturas a la reina y... ¡jaque!

En el ajedrez, todo depende de la anticipación, pensar todas las jugadas y posibilidades antes de mover la ficha. Soy una jugadora de ajedrez, veo lo que viene, veo la guerra y sus muertes.

Hay veces en que no puedo hablar, porque no existen las palabras para expresar lo que veo.

Nunca te confíes de tu jaque, nunca des por vencido a tu enemigo. De repente tu contrincante mueve una ficha, todo está terminado: jaque mate. Es una jugada que no pudiste prever, un error de cálculo y se desata el destino. Jaque mate es un final, ya no hay nada que hacer.

Todo el ejército fue dominado, doblegado: el rey cayó, sólo queda rendirse. Ya es demasiado tarde para todo, hasta para la revancha. Jaque mate es el final del juego, de las esperanzas, de los sueños; Es despertar en medio de un incendio, es el final del mundo tal como lo conociste. Jaque mate es el apocalipsis, es el fin de tu mundo, ya no hay donde correr, estás acorralado por tu destino.

La reina cayó y con ella caerán los mundos. El equilibrio del universo se romperá como un cristal. Veo fuego, veo la ira de los dioses, veo un mundo de luces que se apagan, veo el final.

Capítulo 14: “Después de la muerte”
Gopal

Los humanos entienden la existencia como una secuencia de comienzos y finales: una relación, una comida, un viaje, un día o una persona, todo para ellos, comienza y termina. Hay muertes todos los días, finales; y ellos encuentran belleza en eso. Por ejemplo, les gusta ver el atardecer, el ocaso del día, porque saben que mañana habrá un nuevo día. Viven en la dulce y melancólica certeza de que a cada ocaso lo sigue un amanecer, que a todo final lo sucede un nuevo comienzo, excepto con la muerte. La muerte barre con sus certezas, es un final sin garantía de recomenzar, es un dolor sin el consuelo de la continuidad, es un viaje hacia un destino desconocido. No pueden encontrar belleza en ese ocaso, ni en esa incertidumbre. Darían todo porque alguien les diera una certeza de que tras la muerte hay un después.

Aman decir la palabra siempre, les de la ilusión de que existe el infinito. Todos se preguntan qué habrá después de la muerte, y no todos, pero algunos, se preguntan, ¿qué había antes de la vida? Antes de la vida, después de la muerte; son misterios que desvelan a los humanos. La respuesta es: misterio, eso es lo que hay antes, durante y después de la vida.
La pregunta vital no es ¿qué es la muerte?, sino ¿qué es la vida que nos lleva a defenderla y a protegerla con todas las fuerzas? ¿Qué es esa misteriosa fuerza que nos mueve, que nos convierte en vida que cuida la vida? ¿Qué es ese misterio de la vida que nos hace celebrarla creando más vida?

Preocupados por el misterio de la muerte, muchos se pierden el misterio de la vida. Y un día, de repente, en el centro de un grupo de células que se reproducen, un pequeñísimo corazón empieza a latir, y lo hará sin parar durante cada día de su vida. Eso es vida, eso es misterio y eso es bendición.

¿Qué importa antes? ¿Qué importa después? La vida es ahora, es presente, está ocurriendo. Es ese enigma que nos mueve, ese descubrir cada día la experiencia de estar vivos. La vida son esos ojos a través de los cuales todo se ve cómo si fuera la primera vez.

La muerte es parte de la vida, es decir, parte del misterio, porque la vida está atravesada por la incógnita. Antes, durante y después de la vida, todo es un misterio al que sólo podemos abrazarnos y celebrar.

Capítulo 15: “El país de los feacios”
Justo

Lo que realmente mueve al mundo no es el dinero ni el poder, sino la ilusión. Es la esperanza, en todos sus grados desde una simple ilusión, hasta la más compleja utopía lo que mueve a la humanidad. Esa quimera de que tu vida puede cambiar, de que ese cuento de hadas que soñaste pueda hacerse realidad. Eso nos hace avanzar.

Escribí un libro, y pone en su tapa un eslogan que sugiera que contiene el secreto sobre cómo alcanzar tus sueños, y ese libro será un best seller. De eso está hecha, esencialmente, la existencia humana: de sueño, de quimera, de ilusión.

Si querés ser un líder amado por tu gente, no les des realidades, dales sueños, dales ilusión, dales la dulce mentira de los cuentos. La verdadera naturaleza humana es adicta a la mentira. Quieren la mentira, la abrazan. La realidad es sólo un molesto despertador que los arranca del sueño.

Lo interesante del sueño en el que les gusta vivir, es que siempre puede renovarse, porque siempre es posible soñar con un mundo mejor. Más inmejorable es un realidad, menos se puede vender una quimera. Para vender sueños de riqueza, es precisa la pobreza.

Sé ese tibio rayo de sol en medio de la oscuridad más cerrada, y te amarán. Sé ese vaso de agua en medio de la sequía, esa ilusión en medio de la desesperanza, y te seguirán. Utopía, ensueño, espejismo, quimera o ilusión, eso quieren siempre. Aún cuando te digan que quieren realidad, que quieren verdad, sólo quieren que nada les perturbe el sueño.

Pensalo, pensalo bien. Cuando vas a comprar algo, ¿de verdad querés que el vendedor te diga la realidad sobre lo que te venden, o querés que te diga exactamente lo que soñaste? Quieren vivir en esa ilusión de final feliz, de fin de cuento dorado, y serán devotos de quien les cuente ese cuento que quieren escuchar. Tips, consejos, fórmulas de la felicidad, eso es todo lo que quieren. Una realidad que sólo se ve con los ojos cerrados, eso quieren, y eso merecen tener.

Las religiones, un ansiolítico, una mentira, o una fábula, todo les sirve para sostener la ilusión. Finales felices, palabras edulcoradas, jóvenes alegres que cantan y bailan... ese es el secreto del éxito de Hollywood, y también el del poder. El mundo de manjares, y del clima perfecto, y de sonrisas blancas, y de aromas agradables; un mundo de publicidad, a eso aspiran.

No hay ilusión como la del amor, tiene la potencia de mil narcóticos. El ensueño es el mundo de lo imposible, ese mundo que no existe pero en el que todos quisieran vivir. Esa quimera que deslumbra y ciega para siempre. La felicidad como un lugar al que se pueda llegar, un país que se busca toda la vida, y donde una vez que se llega, se es feliz para siempre.


Capítulo 16: “Masa crítica”
Damon

Cualquier viaje comienza con un paso y cualquier revolución comienza con un cambio. Nunca subestimes lo pequeño. Las grandes epopeyas que cambiaron al mundo, comenzaron como pequeños sueños de pequeños hombres. Nadie puede solo, pero ahí donde son millones, en un tiempo fueron cientos y antes fueron unos pocos, unos pocos y sus sueños.

Las grandes revoluciones y también los grandes genocidios, comenzaron con una pequeña ensoñación, visionario es quien puede imaginar un bosque cuando el árbol es apenas un brote. Revolucionario es aquel que da el primer paso hacia el futuro. Valiente es el que acude sin pensarlo al llamado de la epopeya. Y con visionarios, revolucionarios y valientes es como se cambia el mundo. Un incendio comienza con una chispa y una proeza comienza con un mínimo y pequeño acto de amor. Los Dioses del Olimpo destruyeron varias veces a los humanos que habían crearon porque estos eran imperfectos. Cada nueva generación de hombres era superior a la anterior, pero aún así imperfecta. También en la Biblia existe el relato de la destrucción del mundo para su reconstrucción. Hubo ciudades destruidas por el diluvio universal, la destrucción de toda la creación que se había corrompido para volver a empezar, para aspirar a un mundo mejor, a un hombre perfecto.

La historia está hecha de ciclos, en los que la vida se pudre a sí misma. Este mundo, esta humanidad llegó a la peor corrupción, nada vale, nada importa. Ese es mi lugar en esta historia, yo soy el nuevo Noé el que rescatara al nuevo diluvio a lo mejor de la creación, el que salvará en su arca lo que merezca ser salvado para la creación de su mundo.

El verdadero cambio es sutil, empieza lento, silencioso. Pero lentamente se va volviendo sólido, el que es cambiado pasa a ser el cambio. Cambiar no es solo importante para uno mismo, sino que tu cambio contribuirá al cambio de otros. Al principio cambiar es frustrante, incómodo y difícil, como manejar un viejo hábito que te enferma. Pero una vez que el cambio ocurrió ya no se vuelve atrás, porque lo que cambia es la mirada. Y una vez que pudiste ver, ya no se vuelve atrás y ya sos parte del cambio. Sos cambio que ayuda a cambiar, sos conciencia que despierta conciencia. El cambio es contagioso es inspirador. Llega directo a tu corazón, toca tus pensamientos, cambia tu alma. El cambio es esa respuesta que estuviste buscando siempre. Son esos ojos enamorados por lo que siempre quisiste ser cambiado. Y ese cambio que ayuda a cambiar, esos ojos que abren otros ojos, empieza a multiplicarse. El cambio se propaga como un virus saludable. Uno cuantos locos al principio, poco a poco, van haciendo multitud. Más y más almas se van plegando a la nueva conciencia, creciendo en número hasta formar una masa crítica. El salto se produjo, la semilla del cambio produjo sus frutos. El brote se hizo fruto, el quijote solitario hoy es multitud.


Capítulo 17: “El combate de los Dioses”
Fermín
– Poema de J.L. Borges (Ajedrez)
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la Tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y de blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?

Tomás
Lo particular del combate de los Dioses, es que siendo inmortales ninguno puede morir. Entonces, ¿cuándo termina ese combate?

El combate de los Dioses, la guerra entre el bien y el mal, se viene dando desde el principio de los tiempos. No hay una batalla final en el combate de los Dioses, la luz siempre se verá amenazada por la oscuridad, y la oscuridad siempre será iluminada por la luz.

No existe para siempre, ni nada permanente, la lucha del alma se da cada día a cada hora en cada decisión. En palabras de Borges: “este juego es infinito, y nuestra alma es ese ámbito en que se odian dos colores”.

Ningún niño nace malo ni bueno, se nace tablero de ajedrez que será disputado por ambas fuerzas. Lo único que podemos elegir, es de quién ser aliados. Podemos elegir ser aliados de esas fuerzas oscuras, que sólo pretenden nuestra destrucción o podemos pararnos del lado luminoso de la vida.
Hasta el alma más corrompida tiene redención, y aún el alma más pura puede ser corrompida, se ganan batallas pero nunca la guerra, la lucha empieza de nuevo cada día. Cuidarte y cuidar a los que amás, cuesta tanto trabajo como destruirte a vos mismo y a los demás. Es sólo una decisión.

Hay que saber perdonar a tus demonios, porque ellos también tienen sus propios combates. Es sólo una decisión lo que hace la diferencia, entre estar en jaque en la vida o avanzar libre por sus casilleros. Hay que perdonarse por los errores, porque habrá nuevos aciertos. Tener piedad del pasado, porque siempre hay futuro. Hay que saber soltar, porque todo vuelve a vos. Hay que tener los ojos bien abiertos, porque siempre hay algo nuevo para aprender. Hay que dar y darse nuevas oportunidades, porque siempre hay lugar para la redención. Hay que saber elegir a los aliados. Los mejores, son esos a los que podes dejar ir, porque tras su paso dejaron en vos lo mejor de sí. Su luz, esa que no se extingue, esa que te iluminó una vez y para siempre.
Seres de luz o Morks, luz u oscuridad; crueldad o ternura, verdad o mentira, vida o muerte. Nuestra alma estará siempre expuesta a la dualidad, al combate de los Dioses que no pueden morir.
No pueden morir ni el bien, ni el mal. No pueden morir ni el amor; ni el odio; ni el coraje; ni el temor; ni la gratitud; ni el resentimiento; ni el amor por uno mismo, ni la autodestrucción; ni la esperanza, ni el desencanto; ni el desamparo, ni la solidaridad.

Blancas y negras siempre estarán ahí, disputándose nuestra alma; aliados y enemigos en un juego infinito. Ángeles y demonios, hermanos y adversarios. La vida y la muerte enlazadas en una danza sin fin, dos mundos enfrentados eternamente. No hay forma de liberarse del combate de los Dioses. Se da cada día en tu alma, en tu alma inmortal. En este combate ineludible, lo único que podemos hacer es saber elegir Aliados.

Gracias Sol (@solchi_g) por tu gentil colaboración en proporcionar este material.

1 comentario:

  1. Están seguros que Tomas es el que termina el off del ultimo capitulo para mi parecer es Fermin en todo el capitulo

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